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Comprender una recaudación fiscal
Un embargo fiscal es la incautación legal de los bienes de un contribuyente por parte del Servicio de Impuestos Internos (IRS) u otras autoridades fiscales para satisfacer los impuestos pendientes de pago. Esta acción es uno de los mecanismos de recaudación más severos empleados por el gobierno y puede afectar significativamente a la situación financiera de un particular o una empresa.
El Proceso de Levantamiento de Activos
Cuando no se pagan los impuestos, Hacienda puede embargar diversos bienes, como cuentas bancarias, cuentas de inversión, salarios, prestaciones de la Seguridad Social, pensiones, pólizas de seguro y bienes físicos. A diferencia de un embargo fiscal del IRS, que no es más que una reclamación contra los bienes, un embargo implica la incautación de bienes para saldar la deuda tributaria.
Cómo hacer frente a un embargo fiscal de Hacienda
Hacer frente a una recaudación fiscal requiere atención inmediata. Los contribuyentes deben considerar la posibilidad de buscar ayuda profesional de un profesional fiscal autorizado, como un abogado, un agente inscrito o un contable público titulado, que pueda orientarles sobre la mejor forma de actuar. Esto puede incluir la presentación de un recurso, la negociación de un plan de pagos o la exploración de opciones para la liberación de un embargo.
Evitar un embargo fiscal
Cumplir con las obligaciones fiscales es crucial para evitar un embargo fiscal. Esto incluye presentar las declaraciones a tiempo, pagar los impuestos debidos y responder con prontitud a cualquier aviso del IRS. A veces, establecer un acuerdo de pago a plazos o una oferta de transacción puede ser una solución viable para gestionar las deudas tributarias pendientes y evitar las acciones de recaudación.
Impacto sobre los particulares y las empresas
Una recaudación fiscal puede tener consecuencias de gran alcance para particulares y empresas. Puede provocar la pérdida de ingresos, el embargo de bienes y daños a la estabilidad financiera. Para las empresas, un embargo de cuentas por cobrar o de activos empresariales puede interrumpir las operaciones y afectar a la capacidad de hacer frente a las nóminas u otras obligaciones financieras.
